Devenir en un líder sagrado es convertirse en un líder sanador. Definitivamente requiere que (r)evolucionemos nuestra percepción y que abracemos la evolución psíquica y espiritual. No es un camino fácil, pero sí es posible. 

Tendremos que sentarnos a reflexionar sobre temas que nunca hubiéramos contemplado, abrir la caja de Pandora, transitar lugares y conversaciones incómodas, pero lo que sí puedo asegurarte es que vale. Primero tenemos que sanar nosotros para llegar a ser líderes sanadores para los demás. Es lo que yo llamo ser una influencia positiva y sanadora: buscar mi propia sanación para invitar a los demás a sanar. ¿No resulta magnífico asumir que, en nuestra propia aceptación a brillar, automáticamente autorizamos a los otros a hacer lo mismo?

Transitar el recorrido desde la palabra holes (agujeros) y la palabra whole (entero) implica también un cambio de perspectiva.